Golden State Warriors 96-97 Houston Rockets (2-1)
Houston ha retado al campeón. Los Rockets han vencido por
97-96 a los Warriors con una canasta de James Harden a falta de 2.7 segundos
para el final. La eliminatoria se queda ahora con un 2-1 a favor de los de la
Bahía.
La canasta de Harden ponía punto y final a una loquísima
secuencia de acciones (bendita locura) en el último minuto y medio de partido.
En ese intervalo los Warriors se pusieron por primera vez por delante desde el
2-0 (93-94) y se produjo un intercambio de anotación del que salieron
victoriosos los Rockets (raro siendo el enfrentamiento contra los Warriors, que
a intercambios así suelen ganar). El último tiro de los Warriors ni siquiera se
dio, pues Draymond Green falló al recibir el pase desde la banda (se le escapó
de las manos) y el partido se acabó ahí. Curiosamente, el error final lo
cometió el jugador que horas antes afirmaba que “no necesitamos a Curry para
pasar la eliminatoria”
Los Warriors habían tenido que luchar contra viento y marea
en el Toyota Center y sobreponerse a un inicio de partido horripilante. El
primer cuarto terminó con un 31-18 para los locales y durante el segundo cuarto
la ventaja para Houston llegó a ser de 17 puntos. La remontada de Golden State se
produjo debido al buen hacer de Marreese Speights (22), Klay Thompson (17) y Shaun Livingston (16).
Para los Rockets el mejor hombre fue James Harden, que rozó
el triple doble con 35 puntos, 9 asistencias y 8 rebotes, además del tiro
ganador. Motiejunas añadió 14 tantos y 13 rebotes y Dwight Howard 13 y 13.
Stephen Curry se perdió su segundo partido consecutivo
debido a la lesión que arrastra en el tobillo tras una torcedura que se produjo
en el primer choque de la eliminatoria y le mandó a vestuarios. Aunque realizó
la sesión de tiro de la mañana, Steve Kerr decidió no arriesgar con él.
El siguiente partido se disputa en Houston. Una victoria de
los Warriors sería casi definitiva para el devenir de la serie, pero los
Rockets quieren dar guerra y todavía no han dicho su última palabra. Se vienen
emociones fuertes.
Aquí el game-winner de La Barba:
Toronto Raptors 101-85 Indiana Pacers (2-1)
Los Raptors vencieron en casa de Indiana Pacers por 85-101 en
el tercer partido de la serie, lo que les da una ventaja parcial de 2-1 en la
serie. George (25 puntos, 10 rebotes, 6 asistencias) volvió a estar soberbio
por parte de Indiana, pero el equipo no le acompañó.
En un Bankers Life Fieldhouse espectacular, los canadienses fueron
superiores durante todo el partido, dominando a los Pacers con mano dura.
Toronto recupera el factor-cancha que perdió en el primer partido de la serie
al caer de forma inesperada ante unos Pacers con un gran Paul George.
Bankers Life Fieldhouse a unas horas del partido
Los Raptors tenían el control y no lo iban a soltar. Paul
George anotaba algunas canastas, pero se vio muy solo ante la sólida defensa
raptor. El ataque estático de los de Indianápolis era errático, con muy poco movimiento,
a lo que se sumaban las pérdidas de balón (11 tan solo en la primera mitad). El
equipo de Toronto estaba muy cómodo, moviendo el balón con sentido y obteniendo
situaciones de ventaja por dentro. La máxima diferencia llegó a ser de 33
puntos, y se llegó al descanso con un 36-53 en el marcador.
Tras la vuelta de vestuarios los locales volvieron con más
ganas: más pegados en defensa, más sueltos en ataque. Le metieron intensidad;
tanta que Turner se pasaba protestando y se ganaba la técnica.
Las diferencias se fueron moviendo entre 10 y 15 puntos, y
una serie de buenas jugadas seguidas de los Pacers colocó el marcador en un
59-71 al final del tercer período que le hizo creer al público en la remontada.
Nada más lejos de la realidad; una serie de jugadas en minuto
y medio tiró por la borda las opciones de los de Indianápolis. Todo eso dio
como resultado que Toronto se fuera 20 puntos arriba. Indiana dependía
demasiado de Paul George, fantásticamente defendido por DeMarre Carroll, y eso
atascó su ataque, jnto a que Mahinmi estaba tocado, Ellis muy fallón, y Turner
nervioso, cosa normal en un rookie, sea quien sea.
Indiana dejó de luchar a dos minutos del final, viendo que
ya nada se podía hacer. Así, Toronto se llevó la victoria por 85-101. En el
siguiente partido los Pacers saldrán a morder para que cuando la serie se mueva
de nuevo a Toronto para llegar con margen de error para pasar. Veremos.
Oklahoma City Thunder 131-102 Dallas Mavericks (2-1)
El partido comenzó con un ritmo trepidante, rápido, con el
balón en constante movimiento y armando contraataques. No tardaron los Mavs en
contagiarse del ritmo imprimido por los de Donovan, los de Dallas funcionaban
bien jugando rápido y conseguían canastas fáciles. Sin embargo, los Thunder
endosaron un parcial de 4-13 que les permitió irse de 11 puntos (14-25). El
primer cuarto acababa con los Thunder 6 puntos arriba, 21-27.
El segundo cuarto fue engañoso. Daba la sensación de que los
Thunder lo tenían todo bajo control y los Mavericks no tenían opciones. Sin
embargo, no se acababan de despegar en el marcador y los Mavs no le
perdían la cara al partido. Seguidamente, los Thunder metieron otra marcha más
al partido endosando un 1-11 de parcial que ponía el 32-48 en el tanteo. 16
arriba y la sensación de que Oklahoma era superior a Dallas. Sin
embargo, de ahí al final de cuarto los locales lograron reducir las diferencias
a 10 puntos. Se llegaba al descanso con 48-58 y el partido abierto, pero las
sensaciones de uno y otro equipo decían lo contrario.
La segunda mitad comenzaba con un parcial que terminó de
matar a los Mavs. Un 2-11 que elevaba la diferencia a 19 puntos (50-69). Westbrook volvió a ser el
de siempre. 12 puntos para el de los Thunder que le colocaba con 18. Además, 14
asistencias le hacían sumar un nuevo doble-doble. El cuarto finalizaba con un 78-97
y con el partido decidido.
El último cuarto fueron minutos de la basura. Los 131 puntos
son el máximo alcanzado por un equipo en un partido sin prórroga en toda la
historia de la NBA
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