viernes, 8 de abril de 2016

El Real Madrid avanza a cuartos de la Euroliga

Salió a relucir el corazón del campeón. Había que pisar las brasas ardientes sobre el parqué del Palacio y el Madrid lo hizo con confianza y paso firme. Si hay presión por ganar un título, imaginen el abismo cuando el riesgo es descarrilar antes de tiempo. Pero no ocurrió porque el campeón se agigantó de nuevo en día clave. En el filo entre el fracaso y el triunfo de la obligación, se agarró a la victoria. Otra vez, como viejos conocidos.Entró al duelo a cañonazo limpio, con 8 triples en el primer cuarto, y acabó de desarmar al Khimki con defensa, como en los días escogidos. Pocos, muy pocos este año, pero oportunos. Pasó en la Copa y lo vimos este jueves.
En el minuto 15, Tyrese Rice, verdugo en la final de 2014 al frente de un Maccabi enardecido, llevaba 22 puntos. Volaba sobre la pista: 4 de 5 en triples cuando en las doce jornadas previas apenas dibujaba un 13 de 59 en su estadística. Ni Sergio ni Carroll podían con él, hasta que pudieron tras pasar por las manos, las piernas y el corazón de Llull. Dusko Ivanovic le dio un respiro y antes de llegar a sentarse ya estaba en pie, de vuelta a la acción. En los dos cuartos y medio restantes solo añadió dos tiros libres. Los de Laso mojaron la dinamita rusa hasta inutilizarla: 21 tantos en la segunda parte. Un registro muy pobre para el segundo mejor anotador del Top-16.
Gran trabajo colectivo para atrapar al vuelo el último billete del playoff de cuartos de final, que arranca ya la próxima semana (martes o miércoles) en Estambul. Espera el Fenerbahçe de Obradovic, que tiene ventaja de pista (2-2-1).
Músculo ofensivo, puro talento. La descripción sirve para el Madrid pero calza a la perfección en los pies del Khimki. Probablemente las dos plantillas con más calidad ofensiva de Europa. Y puestos a jugársela a vida o muerte en una batalla decisiva, mejor no traicionar los principios. El Madrid sacó la caballería con esos ocho triples de inicio (de diez intentos) y los de Ivanovic respondieron con 12 de 13 de dos: 33-28, camino de un 132-112 que se quedó muy lejos del 83-70 final.
El duelo de pistoleros entre Carroll y el Shved resume parte de lo ocurrido.Jaycee terminó con 23 puntos en 22 minutos(llevaba 20 en 14) y el ruso hizo 6 con 1 de 8 en triples. Nefasto. Vimos además a Felipe Reyes anotar un 3+1. Otra medalla en la pechera del capitán blanco: 18 puntos, 8 rebotes y 22 de valoración. Se fajó con Augustine y Davis y supo sujetar a Monia, pieza escurridiza, a lo Doellman. Y elocuentes los Sergios al timón, 16 asistencias entre ambos para neutralizar la enorme influencia de Rice. El ritmo fue suyo y la victoria también. Funcionaron las ayudas, pese a las molestias musculares de Ayón en la pierna derecha, y lo que Rudy no metió delante se lo intentó restar a Shved y al Khimki detrás. Como hicieron Rivers y Nocioni, y también un utilísimo Willy, perfecto al quite con un relevo decisivo al mexicano en la primera parte. El campeón sigue vivo, muy vivo. Espera el Fenerbahçe en cuartos. A por ellos

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