Toronto Raptors 90-100 Indiana Pacers (0-1)
Partido un tanto bronco para abrir boca en los Playoffs 2016. Se notaban los nervios de ambos equipos en el inicio del camino hacia el anillo. Los dos conjuntos entraron muy fallones al partido. Indiana comenzó regalando muchos TL a Toronto a base de faltas tontas. El primer cuarto fue un intercambio de ataques poco fluidos y pérdidas de balón. Pasados 9 minutos, el marcador reflejaba un 11-11, lo que en los últimos 3 minutos se invirtió para cerrar el cuarto con un 24-19 a favor de los locales, en un Air Canada Centre espectacular una vez más. Destacó el lituano Valanciunas, que se sentó con 9 pts y 8 rebotes ya en el primer cuarto, con el doble-doble al al alcance de la mano, DeRozan y Lowry, estrellas locales, entraron muy fríos al parquet, con un 2-10 en tiros conjunto.
Air Canada Centre antes del partido
Parecían estar más acertados en el segundo acto, con la segunda unidad anotando bastante, Sin embargo, pronto volvieron a estar varios minutos sin anotar. Tras estos minutos, Toronto metió un 7-0 de parcial a Indiana que les obligó a pedir un tiempo muerto y la vuelta de George a pista. A partir de ahí, se sucedieron intercambios de parciales con tiempos muertos entremedias para cortar el ritmo ofensivo del equipo rival. Al descanso, los Raptors mandaban en el marcador, pero solo 2 pts arriba (45-43).
La segunda parte arrancaba con juego algo más ofensivo, con más ritmo, más contraataques, juego de balón más rápido y más actividad defensiva. Sin embargo, pocos puntos. A falta de 4 minutos, el parcial del cuarto reflejaba un 13-14 favorable a los de Indianápolis. Sin embargo, Paul George, la estrella de Indiana, despertaba y anotaba 16 puntos en el tercer período. Entre el 13 de los Pacers (23pts) y Monta Ellis (12), sumaban 35 puntos de los 70 que sumaba su equipo al final del tercer cuarto. Valanciunas lideraba a los Raptors con 12 puntos y ¡19! rebotes (11 ofensivos, récord de la franquicia) aunque muy castigado por las faltas personales.
Empezó el último cuarto con un 7-4 favorable a Toronto que colocaba un 74-74 a 8 minutos del final. Se llegó a los últimos 5 minutos con +5 para Indiana. Paul George estaba desatado, on fire, un gran tiro suyo colocaba a su equipo 8 arriba a falta de 2:30. Finalmente, los Pacers supieron mantener la diferencia. 90-100, bonita serie que nos espera.
Dallas Mavericks 70-108 Oklahoma City Thunder (0-1)
Los dirigidos por Billy Donovan aprovecharon un fantástico
arranque para sacar una ventaja que, eventualmente, fue demasiado grande para
que los Mavericks ni siquiera imaginen con acortarla. Los fans dentro del
Chesapeake Energy Arena tuvieron una noche tranquila, en la que vieron a su
equipo llevarse el primer partido de una serie que podría resolverse por la vía
rápida.
Bajo el liderazgo de Kevin Durant y Russell Westbrook, los
Thunder utlizaron su atletismo y velocidad para obtener una amplia ventaja.
Dallas no encontró respuesta alguna para algunos de los duelos individuales más
importantes: en el perímetro, tanto Westbrook como Andre Roberson y Dion
Waiters (desde el banquillo) impusieron su voluntad.
El backcourt de los Mavericks -compuesto por Williams, J.J.
Barea y Wesley Matthews- volvió a mostrar señales de cansancio (especialmente,
Barea, que sólo disputó 16 minutos). En total, los tres anotaron apenas 11
puntos.
Durant, que volvió a jugar un partido de postemporada tras
casi dos años, se lució en este triunfo, junto a su compañero Westbrook. Gracias
al nivel de ambos, varios jugadores pudieron tener sus momentos de gloria a lo
largo del encuentro.
Westbrook cerró su noche con un doble doble (en puntos y
asistencias), limitando sus pérdidas, una de las principales pegas que se le ponen a su juego (espectacular, por
cierto) .Cuando ambos funcionan de esta manera, el potencial de este equipo
crece de una manera incalculable. Donovan lo sabe y por ello lo celebró, finalizado
el partido.
Enes Kanter sumó otro doble-doble. Serge Ibaka se reencontró
con su tiro (7-8 en TC), factor clave para lo que quede de estos Playoffs, ya
que son piezas importantes en el esquema de juego de OKC
Rick Carlisle intentó frenar las rachas de Oklahoma City con
tiempos muertos y con intercambios de marca, pero nada pareció funcionar. Dirk
Nowitzki fue el único hombre de Dallas que, aunque fuese a ratos, pudo meter
puntos. De hecho, sus 18 de anotación figuran como la máxima del equipo, diez
puntos superior a la del segundo.
Gracias a una ventaja que, durante la mayor cantidad de la
segunda mitad, fue de 40 puntos (terminó siendo de 38), los 12 jugadores de los
Thunder pudieron decir presente en el terreno de juego. Siempre importante para
sumar experiencia, ya que nunca se sabe qué hombre termine siendo útil más
adelante.
Para el segundo partido (lunes por la noche), Carlisle
tendrá que resolver demasiados problemas y esperar que Durant y Westbrook no
disfruten de una noche como ésta. Si no, los Mavericks tendrán que empezar a
dar la serie por perdida.
Houston Rockets 78-104 Golden State Warriors (0-1)
La primera parte fue una auténtica oda al baloncesto por
parte de los de los locales. Defensa intensa, atentos y conectados, esas son
una serie de palabras que se pueden emplear para definir la primera parte de
los de la Bahía. El ritmo impuesto fue inalcanzable para los Rockets, que se
intentaban agarrar al marcador con las intentonas de Howard y Harden, esfuerzos
que quedaron en vano.
La vida sigue igual para los Warriors, pero para Stephen
Curry también. Su primer cuarto fue un auténtico espectáculo, el base anotó en
los primeros 19 minutos (24 puntos, tres robos, dos asistencias y siete
rebotes) cifras escandalosas que podrían haber sido mayor si no hubiese sentido
molestias en el tobillo en el segundo cuarto (no jugó la segunda parte por
precaución). El MVP tiró de su equipo hasta dejar al descanso una ventaja de
más de 25 puntos. Con Curry tocado y con el partido prácticamente decidido, los
Warriors decidieron poner el piloto automático y no arriesgar más de la cuenta.
No hay ninguna duda de que los Houston Rockets no son los
favoritos y es que cuando te enfrentas a un equipo con un balance del (73-9),pasar
es tarea casi imposible. La única esperanza de derrotar a los campeones de la
pasada temporada recae en las manos de James Harden, ya que Howard es una
sombra de lo que fue. El 13 se vio frenado en todo momento por Klay Thompson,
fantástico en defensa.
El Oracle Arena volvió a estar espectacular, los aficionados
más de lo mismo y los Warriors se llevaron la victoria número 74 del año. Ni la
lesión de su estrella fue capaz de calmar el ánimo de los fans que vieron cómo
su equipo es claramente superior al rival. Los Playoffs acaban de comenzar. La
hora de los valientes
La serie que a priori parece más igualada de la primera
ronda de Playoffs de la Conferencia Este no defraudó, y los Atlanta Hawks
lograron imponerse a los Boston Celtics por 102 a 101 en un intenso choque que
se decidió en los instantes finales tras una primera parte de dominio local. Al
Horford con 24 puntos y 12 rebotes y Jeff Teague con 23 puntos y 12 asistencias
lideraron a los de Mike Budenholzer.
Los Hawks salieron dispuestos a hacer un homenaje a su juego
del año pasado, que maravilló a la NBA (lograron su mejor temporada regular de la
historia con 60-22 y llegaron a las Finales de Conferencia), y lo hicieron con
las mismas armas que lo encumbraron como el mejor equipo del Este en la Regular
Season anterior: defensa asfixiante, juego coral (5 jugadores anotaron 14 o más
puntos) y una pareja interior descomunal, entre Horford y Millsap anotaron 38 puntos.
La charla de Brad Stevens en el descanso animó a los Orgullosos
Verdes, que de la mano de Isaiah Thomas (27 puntos 8 asistencias al final tras
irse al descanso con 6 y 3), Marcus Smart (15 puntos desde el banquillo) y Bradley,
consiguieron un parcial inicial de 3-11 y lograron meter el miedo en el cuerpo
a los locales, que de pronto no encontraban la forma de parar a los Celtics.
Los visitantes continuaron en su buena línea, lo que los llevó comenzar el último
cuarto solo 7 puntos abajo.
El cuarto definitivo empezó con el mismo guión con el que
acabó el tercero, y los de Atlanta asistían impotentes al frenético ritmo
impuesto por el backcourt de Boston, que finalmente lograron empatar el partido
a 80 con poco más de 7 minutos por jugar.
A falta de 6 minutos se produjo una de las jugadas decisivas
del choque: Jae Crowder anotó un triple
que ponía en ventaja a los Verdes por primera vez en todo el encuentro, pero en
la defensa siguiente Avery Bradley (hasta ese momento máximo anotador de los
visitantes con 18 puntos) se quedó tendido sobre el parqué tras notar un pinchazo
en la parte trasera del muslo. Asistido por el cuerpo técnico tuvo que
retirarse al vestuario, y su equipo informó pronto de que el jugador no
volvería a la cancha. Duro golpe para los de Stevens, que se encomendaron al
pequeño Isaiah Thomas.
Si algo tienen estos nuevos Celtics es que pelean hasta el final, y esto
los llevó a lograr que un 96 a 91 a falta de un minuto para que acabase el
partido se convirtiese en un tormento para los aficionados de Atlanta presentes
en el Philips Arena. Tras un tiro libre de Teague, el electrónico reflejaba 4
puntos de ventaja para los Hawks con 5 segundos para el final del encuentro.
Imposible remontar, dice la lógica. Habrá que intentarlo, dice el mítico
pundonor de los de Boston, el Celtic Pride que se llama. Triple de Thomas para
apretar el marcador al máximo aunque solo quedasen 4 décimas de encuentro, y
aun les quedó energía para que Smart robase el balón en el saque de banda e
intentase un triple a la desesperada, que no entró.
No hay comentarios:
Publicar un comentario